En nuestro caso, lo que denominamos la edad post-ideológica
es resultado de la constatación de que el sistema de la representación del pueblo a través de los partidos
políticos, tal como se los conoce en Europa, Estados
Unidos y otros países supuestamente democráticos, no
ha conducido al logro de una verdadera democracia.
La palabra democracia está formada por demos (pueblo)
y kratos (gobierno, poder) y significa poder del
pueblo. Pero el pueblo está formado por muchísimos
individuos que, separados unos de otros, no pueden
ejercer el poder. ¿Cómo se unen los individuos para
que el pueblo ejerza el poder verdaderamente? A través
del Arte de la Demopráctica (nota 1), donde el término práctica
(del griego praxis) sustituye el término kratos, poder.
¿Cómo se puede pasar de la ideología de los partidos
convencionales a la práctica de la democracia, en tanto
aspiración suprema de la sociedad ideal?
Es hora de tener plena consciencia de que las personas
ya están unidas en el seno de organizaciones que forman
parte de la propia sociedad: asociaciones, fundaciones,
empresas, entidades públicas y privadas, consorcios,
comités, círculos, grupos de trabajo y cualquier forma
de colaboración organizada. En efecto, es allí donde las
personas pasan horas, días y años, y donde cada día toman
decisiones que inciden concretamente en la vida de
los trabajadores, de los empresarios, de los proveedores,
de los clientes, de los asociados, de los afiliados y de los miembros de una familia. Cada organización es ya, por
sí misma, un micro-gobierno o un micro-parlamento
repartido en el tejido social. Las prácticas que llevan a
cabo se realizan ejerciendo el poder.
La tarea de la Demopráctica es hacer accesibles y conscientes
estas organizaciones y vincular sus prácticas para
desarrollar formas de gobierno donde participe realmente
toda la sociedad. El método que Cittadellarte (nota 2) está
experimentando propicia una participación activa de las
organizaciones que, si se extiende a toda la sociedad o
interactúa con las prácticas similares ya existentes, contribuirá
a la implementación del gobierno del pueblo.
Las Naciones Unidas han sintetizado las necesidades
globales de desarrollo sostenible en 17 puntos claves a
través de un proceso de consulta en el que han participado
los 193 países miembros, y los “actores” de la
sociedad civil internacional. Diecisiete objetivos de cara
l 2030. El método puesto en práctica por Cittadellarte,
que hace una referencia primaria de los mismos, resulta
útil para definir las diferentes esferas de acción, en correspondencia
con las necesidades territoriales. El método
demopráctico consta de 3 fases operativas: Mapeo,
Foro, Taller. La coordinación de la trayectoria la realizan
las Embajadas Rebirth/Tercer Paraíso (en lo adelante
Embajadas), sujetos independientes que forman una
red internacional vinculada con Cittadellarte - Fundación
Pistoletto.
El Mapeo permite determinar cuáles son las Organizaciones
abiertas a los objetivos de la sostenibilidad, recogidos en la
Agenda 2030 de Naciones Unidas, y que están activas en
el territorio o están interesadas en participar en el Foro. La
determinación tiene lugar a través de un llamado directo
por parte de las Embajadas o a través de la difusión de la
convocatoria de participación publicada online o a través de
los órganos de prensa. La Embajada realiza una exposición
pública en la que las organizaciones se cuentan explicando
a través de entrevistas, video, fotografías, textos, materiales
ilustrativos y descriptivos. Esta exposición permite que las organizaciones
se conozcan entre sí y que cada una se considere
a sí misma en relación con las demás. A las organizaciones
se les solicita que presenten en la ponencia las problemáticas
más apremiantes y relevantes que se deben abordar en el
Foro. A partir de estas indicaciones la Embajada define los
temas esenciales para la organización del Foro.
Cada organización que aparece representada en el mapa se
inscribe en el foro y se le confiere la tarea de participación
formal a uno de sus miembros. En cada Foro participan
hasta 100 personas, subdivididas en mesas de trabajo de
8/10 personas coordinadas por facilitadores y facilitadoras
formados por las Embajadas. Estas alternan con las sesiones
plenarias. En las mesas participan los miembros de
las organizaciones participantes. Además, se invitan a los
delegados de las asociaciones de categoría, de las órdenes profesionales, de los centros de investigación científica y
de los centros escolares y universitarios para que participen
en los trabajos. También se invitan a los representantes de
las instituciones públicas locales, regionales, nacionales e
internacionales. A partir de las propuestas que surgen del
mapeo, la Embajada propone a modo de interrogante el
tema que será objeto de discusión. Cada mesa recoge las
reflexiones, experiencias y propuestas de los participantes.
Los resultados se dan a conocer en la sesión plenaria para
una confrontación colectiva. En este contexto se traza un
plan de acción común que será desarrollado por los participantes
durante los doce meses siguientes a modo de
Proyecto (Cantiere), hasta el próximo Foro que será el momento
de verificar los resultados obtenidos y actualizar los
planes de acción. El Foro durará dos días. En la tarde del
segundo día se presentan en sesión pública los resultados
del Foro y el Plan de Acción.
El Taller es una prolongación activa del Foro. Tiene una
duración de 12 meses, entre dos Foros. Cada participante al Foro presenta a su organización el Plan de Acción
cuyas propuestas son escuchadas, discutidas, modificadas
y profundizadas. Las propuestas e iniciativas de
las organizaciones afines por actividad o naturaleza se
agrupan en encuentros de sector. Estos encuentros preparan
la realización de Foros intermedios, denominados
Foros de Sector, cuyo objetivo es desarrollar Planes de
Acción sectoriales. Estos planes se someten a un análisis
científico en los centros de investigación universitaria.La función de la universidad es recoger y hacer suyas las
indicaciones procedentes de las organizaciones de sector.
Esto se hace con el objetivo de desarrollar las propuestas
de los Foros y de los Talleres, con el aporte de las voces
más autorizadas en los campos específicos de la economía,
la política, la ciencia, la tecnología, el medio ambiente y
todos los demás sectores que conforman la urdimbre social.
La constante presencia en los Foros anuales o intermedios
de las instituciones privadas y públicas, como las
asociaciones de categoría, las escuelas, las universidades y
las entidades públicas de cualquier nivel, permite integrar
el método demopráctico a la política institucional. Si bien
el sistema privado y el sistema público están considerados
tradicionalmente como fenómenos independientes y en
muchos casos antagonistas, con el desarrollo de los Foros
y de los Talleres demoprácticos todas las organizaciones
que forman parte del tejido social, ya sea privadas o públicas,
asumen una función pública de carácter social y
político. A través del método demopráctico, incluso las
organizaciones privadas participan en el gobierno de la
República y de esta forma cada persona está incluida en
dicha participación. Por consiguiente, con el Arte de la
Demopráctica se logra el ideal democrático.
La organización del Método Demopráctico genera gastos materiales, que en función a las posibilidades de contribuir son sostenidos con una cuota de participación por cada persona inscrita, gestionada en total transparencia por la embajada.
Biella, 10 octubre 2018
Por Cittadellarte,
Michelangelo Pistoletto y Paolo Naldini
NOTAS:
1. El término y el concepto fueron presentados por primera vez en L’Arte della
Demopraxia, P. Naldini, Periódico de Cittadellarte, Biella octubre de 2012.
2. Véase anexo
Anexo: Cittadellarte, Tercer Paraíso, Trinámica y Embajadas Rebirth/Tercer Paraíso
Michelangelo Pistoletto y Cittadellarte
Cittadellarte-Fundación Pistoletto nace con el Manifiesto
“Proyecto Arte” de 1994 con el cual Michelangelo Pistoletto
declara que ya es hora de que el artista asuma la responsabilidad
de propiciar la comunicación entre las diversas
actividades humanas: entre la economía y la política, la
ciencia y la religión, la educación y el comportamiento, o
sea, todas las instancias del tejido social. Cittadellarte, al
hacer suyo este manifiesto, se erigió como laboratorio-escuela
abierto a los artistas, empresarios, innovadores sociales,
científicos y políticos de todo el mundo, reunidos por el
común empeño de desarrollar prácticas de regeneración de
la sociedad en cada una de sus esferas. Cittadellarte trabaja
en colaboración y en red con miles de sujetos públicos y
privados que comparten su visión. Cittadellarte-Fundación
Pistoletto (www.cittadellarte.it) es una organización no lucrativa de utilidad social,
con sede en Biella (Italia).
El Tercer Paraíso
En el 2002 nace en Cittadellarte el Símbolo del Tercer
Paraíso (www.terzoparadiso.org).
El Tercer Paraíso es
la fusión entre el primer y segundo paraíso. El primero
es el natural, donde los seres humanos estaban totalmente integrados a la naturaleza. El segundo paraíso
es el artificial, que genera, paralelamente a los
efectos benéficos, procesos irreversibles de degradación
y consunción del mundo natural. El Tercer Paraíso es
la tercera fase de la humanidad que se logra mediante
la conexión equilibrada entre lo artificial y lo
natural. Tercer Paraíso significa el paso a un estadio
inédito de la civilización planetaria, indispensable para
garantizar al género humano su propia supervivencia.
Con este fin es necesario, en primer lugar, reformular
los principios y comportamientos éticos que rigen la
vida común. El símbolo del Tercer Paraíso, reconfiguración
del símbolo matemático del infinito, está formado
por tres círculos consecutivos. Los dos círculos externos
representan las diversas antinomias, entre las que figuran
lo natural y lo artificial. El círculo central significa
la compenetración entre los círculos opuestos y representa
el vientre procreativo de la nueva humanidad.
La Trinámica
El Símbolo del Tercer Paraíso es un símbolo fórmula
por cuanto expresa el Teorema de la Trinámica: “La
trinámica es la dinámica del número Tres. Es la combinación
de dos unidades que da vida a una tercera
unidad distinta e inédita. En la Trinámica el Tres representa
siempre un nacimiento que tiene lugar como
resultado de la combinación fortuita o deseada de dos
sujetos. La Trinámica tiene lugar en el proceso de:
conjunción, conexión, combinación, conjugación, interacción,
fusión de dos elementos diversos u opuestos,
simples o complejos en sí mismos. El fenómeno trinámico
tiene lugar en química y en física, se extiende a la fisiología de los cuerpos e incluye la vida social en sus
aspectos culturales, políticos, económicos y religiosos
… La Trinámica es la ciencia de las relaciones y de los
equilibrios pero, sobre todo, es el principio de la creación.”
Michelangelo Pistoletto
Las Embajadas Rebirth/Tercer Paraíso
El 21 de diciembre de 2012, como concluía el calendario
Maya, popularmente se había vaticinado como el
día del fin del mundo. En Cittadellarte se decidió tomar
ese día como el momento del renacer del mundo.
A partir de ese momento, el 21 de diciembre se celebra
como el día del renacimiento, asumiendo la denominación
de Rebirth-day. En ese primer evento participaron
artistas, personas individuales y comunidades
enteras, instituciones privadas y públicas en diversas
partes del mundo con obras y acciones significativas
con miras a un compromiso futuro, lo que dio origen
al binomio Rebirth/Tercer Paraíso. Así surgen las Embajadas
que se están formando progresivamente en los
diversos continentes. Las Embajadas Rebirth/Tercer
Paraíso representan, en el territorio en el que tienen su
sede, la idea del Tercer Paraíso y promueven un desarrollo
a través de múltiples iniciativas y eventos. Entre
estos figura la de coordinar la trayectoria de formación e implementación del ideal demopráctico.
Abril 2020
Cittadellarte, Biella.
Cuarentena del Covid19.
Los espacios donde los estudiantes, maestros, asociados del proyecto y visitantes normalmente se encuentran están vacíos.
La corriente fluye. Las aves y los insectos vuelan. Viven sus días como antes.
Yo también, como ellos, vivo aquí, en Cittadellarte, junto con Armona, mi esposa y dos de nuestros hijos adolescentes.
Michelangelo ha regresado a casa, está aquí con María.
En estos días de reflexiones me pregunto casi obsesivamente: ¿Qué aprender de esta experiencia de época?
¿Cómo renacer de esta pandemia?
¿Qué llevar después del coronavirus?
Entonces escribí este texto, casi un manifiesto de cuarentena.
La base para comenzar una iniciativa de cooperación y aprendizaje.
A partir de la red de Embajadores del Tercer Paraíso.
Se basan dos principios: el sentido del equilibrio y la ciencia de la demopraxia.
De la pandemia a la pandemopraxia.
Paolo Naldini
Las consecuencias de la repentina pandemia del Coronavirus 19, es decir las medidas adoptadas para enfrentarla, han colocado al mundo en una situación nunca antes vista en la historia: se interrumpió el poderoso flujo de progreso. Reduce en gran medida el continuo crecimiento de la producción y de todo lo que la misma requiere e implica: intercambios comerciales, movimientos de hombres y mercancías, funcionamiento de equipos, maquinarias y todo tipo de eventos públicos y privados.
Si las medidas adoptadas están justificadas o no, esa no es la cuestión principal, porque nada supera la importancia del hecho consumado: se rompió el encanto de la modernidad occidental que hasta el momento había conquistado al planeta, sin detenerse?
En este sentido la pandemia es exactamente lo contrario de la guerra, pues generalmente la guerra lleva incluso a una aceleración de la economía y a enormes ganancias en los sectores que contribuyeron a su estallido o que han sabido sacarle provecho.
Por consiguiente el “hecho” no es la epidemia sino el impacto que tienen las medidas adoptadas para enfrentarla sobre el modelo de desarrollo global.
La pandemia significa muchas cosas, y sobre todo la muerte de centenares de miles de personas en poquísimo tiempo. Ahora bien, debemos preguntarnos qué significa el “hecho” al que hacíamos alusión, es decir que la carrera del progreso (prácticamente) se ha interrumpido. Se trata del derrumbe de la última certeza que tenía intacta la humanidad. ¿Y ahora qué?
Para buscar indicios hacia una posible respuesta, veamos qué sucede en la vida de una persona cuando deja de ser cierto algo en lo que creía hasta ese momento. Los términos con los que se hace referencia a este evento generalmente son la pérdida de una ilusión, es decir desilusión y decepción o, más frecuentemente, una mezcla inconclusa de ambas cosas.
Normalmente las personas en la vida deben enfrentar la pérdida de la ilusión cuando ocurre la muerte (física o ideal) de uno de los padres. Generalmente las consecuencias son una mezcla de dolor por la pérdida irremediable de una condición de inocencia y el valor que se deriva de la madurez adquirida de hecho. La experiencia de la pérdida implica pasar por el dolor, el abatimiento, el desconcierto, la angustia, el luto, para pasar a una especie de renacer, no feliz ni sereno, pero necesario para continuar la vida: incluso la felicidad y la serenidad, aunque parezca difícil de creer en un primer momento, volverán a aparecer en nuestra vida.
Por tanto podemos afirmar que por primera vez en la historia se ha detenido la enorme maquinaria del progreso ¿la humanidad está consternada ante lo desconocido y al mismo tiempo al borde de asumir una inevitable responsabilidad? Esta es la interpretación. Fruto de una mezcla de análisis deductivo y de inferencia proyectiva, es decir una combinación de presagio y deseo.
Algunos podrían decir que la comparación con la pérdida de uno de los padres no es apropiada porque mientras que la muerte es irremediable, la maquinaria de progreso, en estos momentos detenida temporalmente, tarde o temprano echará a andar de nuevo a plena capacidad y por tanto todo volverá a ser como antes. Nadie puede negar que esta previsión sea posible e incluso probable. Sin embargo, no debemos subestimar el impacto que tienen los acontecimientos que estamos viviendo sobre el inconsciente colectivo. Sobre todo hay que recordar que las medidas adoptadas para contrarrestar la difusión del contagio han dado lugar a consecuencias e incluso circunstancias que en gran medida y siempre con más convicción se han presagiado e invocado en los últimos años.
Recomendaciones que conciernen sobre todo al modelo de desarrollo e incluso a la propia idea del desarrollo; me refiero a consecuencias más visibles como el tráfico aéreo o las relaciones personales como por ejemplo disponer de más tiempo para compartir con familiares y compañeros de vida. Esta convergencia incide en los efectos (probablemente secundarios o imprevistos) de las medidas de contención del contagio y las peticiones hechas por una parte de la humanidad a la opinión pública y a los decisores. Por tanto la respuesta a la pandemia ha implicado la adopción temporal de comportamientos considerados antes como irreconciliables con el modo de vivir anterior, algunos de ellos detestables (en algunos casos para todos), otros anhelados durante años por algunos. Sencillamente: lo que antes no era posible ahora no sólo se puede hacer sino que es una realidad.
Entonces, llegó la hora. Lo logramos. Prácticamente estamos parados, casi todo se ha ralentizado, menos la atención sanitaria y la organización de la llamada cura. Pasamos más tiempo con las personas que más queremos. Consumimos menos. Hemos restablecido un mayor sentido de proporción con el contexto en el que vivimos, del que estamos siendo más conscientes, por ejemplo en la forma del vecindario o del paisaje urbano o natural circundante. Sentimos la necesidad, sin posibilidad que sea desmentido, de ser parte de un único plantea y de una única humanidad que lo habita, pero al mismo tiempo vivimos con inmediata certeza la dimensión local de nuestra existencia, insertados en lugares que son el resultado de una continua obra de creación y modelación de comunidad a las que pertenecemos más o menos de manera declarada. Hemos redescubierto la misión civil vital de servicios prestados por un ejército de paz formado por personas cuya vocación es servir a los demás: funcionarios públicos o incluso privados como médicos, enfermeros, personal del estado, voluntarios. Pero también administradores y personal que se ocupa del funcionamiento (bueno o malo) de las gigantescas articulaciones de la colectividad. Hemos aprendido cómo la tecnología brinda oportunidades de ejercer en gran escala funciones que hasta ahora eran posible gracias al desplazamiento de personas y de enormes cantidades de medios e instrumentos. Hemos comprobado cómo la ciencia es la vía más directa para reconectarnos con la naturaleza, ya sea para protegerla y cuidarla como para comprenderla, combatir aspectos y organismos perjudiciales como este virus.
Y sobre todo hemos redescubierto que somos frágiles y estamos interconectados entre sí: esencialmente hemos redescubierto que somos hermanos de todos los organismos vivos e inanimados del planeta.
¿Qué nos queda para después de la pandemia, amén de la consciencia de que todo lo ocurrido puede volver a ocurrir y que por tanto se debe prevenir, evitar y, que si desafortunadamente ocurriera de nuevo en la forma aguda que estamos viviendo, se pueda atender mejor? ¿Cuál será nuestro consuelo?
Hay dos principios, los algoritmos que al parecer se alzan como los elementos principales del bagaje de conocimientos y experiencias que hemos acumulado hasta ahora para enfrentar el futuro, y ninguno de los dos es nuevo; son más bien compañeros de viaje que con la modernidad capitalista habíamos ignorado con creces, e incluso humillado.
El primero es el sentido del equilibrio que como un sexto sentido siempre nos acompaña; equilibrio entendido a partir del principio de la trinámica (nota 1) y tal y como se expresa mediante el símbolo del Tercer Paraíso (nota 2): el símbolo y el principio representan la búsqueda continua de una relación equilibrada entre fenómenos diversos e incluso opuestos. Fenómenos, e incluso organismos, animales, personas, pueblos.
Una relación equilibrada implica también la posibilidad de cambiar en base al cambio que se produzca en la realidad específica de cada lugar eventual, de cada situación. Con la expresión sentido del equilibrio se pone en evidencia el sentir y la consiguiente acción de continuo reajuste del proprio equilibrio: se trata, por tanto, de un equilibrismo malabárico y acrobático y no de un equilibrio estático.
El otro algoritmo con el que podemos aventurarnos en la post-pandemia es el método de la Demopráctica (nota 3) con sus tres fases la Obra demopráctica: la primera, es decir el Coro, consta del censo, el mapeo y la exposición; la segunda, es decir la Performance, está representada por el foro; y la tercera el Cantiere (taller), comprende las acciones realizadas por las organizaciones y el enlace institucional. La Obra demopráctica es un dispositivo que distribuye en el pueblo el gobierno del pueblo.
¿Cómo se alcanza este resultado? Desarrollando las prácticas que los miembros de las organizaciones (de cualquier naturaleza y tipo) realizan en su contexto, o sea, en su propia comunidad experimental.
Las prácticas existen independientemente de la ideología y de las instancias ideales, falsos mitos y ficciones que tratan de agregar al pueblo separándolo de la fuente real del poder, el hacer y poder hacer en la vida cotidiana.
¿Sabremos poner en práctica en el mundo de la post-pandemia la gramática de estos dos algoritmos, el sexto sentido del equilibrio y el arte de la demopráctica? Este es el objetivo del presente texto.
Cuando hayamos entrado en la fase de salida de la cuarentena y del lockdown, podremos y tendremos que volver a ocuparnos de cada aspecto de nuestra vida y hacer cambios en nuestra forma de manejar la vida. O bien podremos incluso retomar la misma actividad anterior.
Si quisiéramos probar a cambiar, ¿qué utilidad tendrían los algoritmos del método demopráctico y del principio del equilibrio? ¿Por dónde empezar?
Hay una canción de Subsonica, un conocido grupo italiano, dedicada al Tercer Paraíso; al final se pierde en una serie de preguntas dirigidas quizás al auditorio, quizás a cada uno de nosotros, quizás a nuestro hijos que enfrentarán el futuro. Cómo sonreirás, qué aire respirarás, cómo te vestirás, qué idioma hablarás, cómo saludarás, cómo trabajarás, en qué cosa creerás, cuáles serán tus sueños, cómo sonreirás, qué aire respirarás, qué comerás, qué idioma hablarás...
Cada una de estas preguntas indica un ámbito, un campo, de nuestras necesidades individuales y colectivas. Y todas las preguntas definen un enfoque, una perspectiva, un modo de platearnos la realidad. Si el ámbito es un campo, el enfoque es una fuerza.
Si lo analizamos bien, la postura de la canción se corresponde con el modus operandi de la ciencia y del arte: se trata de plantearnos las cosas como si fuera la primera vez y conscientes de todas las conquistas alcanzadas hasta ese momento.
En Cittadellarte (nota 3) hemos experimentado este enfoque de los campos y de las fuerzas en la década del '90. Lo llevamos a diferentes ámbitos, haciendo de la ciudad de Biella (nota 4) un laboratorio a escala real. Empezamos con la creación de una escuela, llamada posteriormente la Academia UNIDEE del Tercer Paraíso, espacio dedicado, por sus estatutos, a la investigación, estudio, audiencia y experimentación práctica. Uno de los primeros campos de estudio en los que trabajamos fue la alimentación.
Cómo te alimentarás. Cómo cultivar la tierra. Cómo cosechar los frutos. Cómo distribuirlos y transportarlos. Cómo intercambiarlos. Cómo consumirlos. Las organizaciones de las comunidades donde se lleva a cabo esta práctica tienen respuestas concretas a estas interrogantes. Para reformularlas con el enfoque de la mirada ingenua pero informada, hemos organizado la investigación y el estudio de varias de las repuestas más interesantes brindadas por las organizaciones de nuestro territorio. Aplicando el algoritmo de la demopráctica hemos decidido hacer un mapa que contemple estas opiniones y prácticas, y organizar un foro para un cotejo estructurado y a partir de ahí proponer acciones concretas para llevar a cabo en el seno de las organizaciones que participan. Este proceso se desarrolla gracias a la continua ayuda y al apoyo de las instituciones administrativas y también gracias a la investigación realizada en las universidades. En resumen, se trata de articular la sintaxis de los algoritmos de la Demopráctica y del Tercer Paraíso, utilizando el sentido del equilibrio.
Cómo te vestirás. De una manera única y al mismo tiempo diferente, porque diferentes son las características del contexto, hemos trabajado en el campo de la moda. ¿La fuerza? El estudio de la sostenibilidad. La de la segunda piel es la segunda industria (nota 5) más impactante como factor de insostenibilidad de este Antropoceno. Pero la moda también tiene un enorme poder simbólico. Es continua creación y rapidísima eliminación. Pero este ciclo que se pensaba que era circular a nivel global, deja en cambio grandes desechos no renovables. ¿Cuáles serían las leyes del carácter circular real, si verdaderamente esto fuera posible para la moda? ¿Cuáles serían los criterios y estándares? Con un pool (nota 6) de diseñadores y de empresas (manufacturas y brands) en Cittadellarte se buscan las respuestas a estas interrogantes, que hemos contribuido a presentar en el seno de las Naciones Unidas mediante una iniciativa importante dedicada a la Trazabilidad y Transparencia del sector textil y del vestuario a nivel global (nota 7).
Cómo vivirás. Cómo aprenderás. Cómo te comunicarás. Cómo te expresarás. Cómo dirás cada cosa que harás. Este es el programa de la escuela que se creó en Cittadellarte en la década del '90, un campus para vivir e “intercambiar”. Una Academia del Tercer Paraíso, llamada UNIDEE según los términos de Universidad e Ideas. Donde la facultad radical de la creación, propaganda por el arte, converge con el proyecto de cada disciplina, cada campo.
Cada ciudad, cada contexto local, podrá hacer frente a la post-pandemia aplicando la pandemopráctica, un movimiento de reapropiación por parte de nosotros mismos del hacer lo que ya hicimos, aprendiendo de los demás, aceptando la idea de que la vida y el trabajo se alimentan de la constante investigación, que no es prerrogativa de las élites de profesionales, sino que es derecho, deber y alegría de cada ciudadano (nota 8). Solo conociendo de cerca la actividad humana de las organizaciones que cotidianamente están al frente de esos mismos espacios de acción, podremos aplicar la lección aprendida con esta pandemia.
La inteligencia humana que ha conducido al Antropoceno tiene la capacidad de reintegrar la humanidad al planeta en una armonía nunca antes vista.
La profundidad de nuestro conocimiento y el poder de nuestra tecnología, aunque están lejos de incluirlo todo y todo puesto bajo control, nos brindan una oportunidad con la que nunca habíamos soñado: instaurar un nuevo pacto con nuestro planeta y con cada forma de vida, humana y no humana, que alberga y sostiene el planeta.
Aunque aún no sabemos de dónde vino ni como se propagó este virus, podemos sin embargo decidir a donde nos conduce. No serán otros los que tomarán esta decisión por nosotros. Cada uno de nosotros, en su organización, ya sea una empresa comercial o una asociación benéfica, una institución pública o una industria, cada uno de nosotros, después de la pandemia, deberá preguntarse cómo te vestirás, cómo construirás, cómo te comunicarás, cómo aprenderás... Podrá responder como respondíamos antes del virus o podrá buscar nuevas respuestas, concretas, prácticas y objetivas.
Con este documento quisiera dar inicio a una ulterior iniciativa de la escuela de Cittadellarte. Este es el momento de sumarse a las filas de las actividades que desarrolla Cittadellarte sobre todo de la experimentación del arte de la demopráctica.
En un futuro inmediato debemos tratar de comenzar con los anticuerpos que hemos desarrollado o estamos desarrollando en esta cuarentena.
Pienso que los algoritmos del sentido del equilibrio y del método demopráctico son los anticuerpos que necesitábamos como sociedad.
Las medidas adoptadas por los gobiernos para enfrentar el contagio pandémico han sido una terapia contra los síntomas. Pero solo nosotros podremos decidir desarrollar anticuerpos y aplicarlos a la vida cotidiana ¿Donde? En nuestras comunidades experimentales específicas.
En verdad, muchos lo están haciendo, algunos desde hace tiempo.
¿Cómo? ¿Cuáles son las dificultades que han tenido que enfrentar y que enfrentan? Se lo preguntaremos a algunos de los que forman parte de la red de operadores de la cultura, administradores de empresas manufactureras, funcionarios de organizaciones gubernamentales, maestros, periodistas, agricultores, diseñadores, etc. que durante casi treinta años han trabajado con Cittadellarte.
Les preguntaremos: ¿cómo se renuncia en tu práctica el sentido del equilibrio? Cómo intercambias en tu comunidad experimental las razones de los varios fenómenos, intereses opuestos, puntos de vista culturales y económicos diferentes? ¿Cómo aprendes, conjugando lo que sabías con lo que no sabías? ¿Cómo vinculas tu ser indivisible con necesidades y aspiraciones personales con la creación de una comunidad más amplia, con sus necesidades y objetivos? Mientras que incluso nosotros, como deseamos todos, nos prepararemos para el reinicio, estudiaremos estas respuestas, las transmitiremos a nuestros alumnos y seguidores, haremos anticuerpos o mejor aún: pro-cuerpos, colocando en un equilibrio dinámico siempre en movimiento, las razones de los fenómenos, las personas, de la ecología. Tal y como propusiera Pistoletto en el 2012, cuando se propagó un contagio milenario que hablaba del fin del mundo proponemos hoy un renacer de esta pandemia. Este virus no vino para exterminar a la humanidad. No hace falta un nuevo o viejo virus para esto: lo estamos haciendo ya nosotros. La lección que podemos sacar de esta pandemia y de las consecuencias de las estrategias para combatirla es que podemos aún salvarnos, justo lo contrario de lo que muchos asocian a la enfermedad del CoViD19. La lección es que si la cura para el coronavirus aún no se ha encontrado, la de nuestra enfermedad sistémica ya existe. Y podemos ponerla en práctica. Tenemos los instrumentos, los algoritmos. Tenemos los argumentos. Sólo faltaría una cosa, y es la más importante para los seres humanos, la característica que nos ha permitido dar un salto evolutivo en los últimos diez, quince mil años. Se llama cooperación y aprendizaje. La unión de la capacidad de cooperar en grupos pequeños y grandes, incluso enteras comunidades de millones de individuos, con la capacidad de aprender siempre de nuestra experiencia y de la de los demás, es el recurso que nos permitirá hacer el cambio necesario para sobrevivir y sobre todo para vivir una buena vida.
Que lograremos derrotar la pandemia es más que plausible, incluso si esto encierra una alta dosis de sufrimiento. Que logremos encontrar un modo de vida equilibrado, equitativo, próspero y sostenible depende también de nosotros. Sí se puede. Comenzando con las prácticas concretas de nuestras comunidades experimentales, asociaciones, instituciones, escuelas, familias.
Biella, Abril 2020
Paolo Naldini
NOTAS:
1. Michelangelo Pistoletto, Teorema della Trinamica.
2. Idem, Tercer Paraíso.
3. Paolo Naldini, El Arte de la Demopráctica en este mismo sitio web.
3. Cittadellarte es una Fundación ONL fundada en Biella en la década del '90 por M. Pistoletto. Véase www.cittadellarte.it
4. Biella, una de las capitales mundiales de la lana, se convirtió en Ciudad Creativa de la UNESCO en el 2019 con el símbolo del Tercer Paraíso como logo y concepto de la candidatura. Biella y Cittadellarte son modelos de una relación regenerativa entre territorio y cultura.
5. Entre otros documentos, véase wikipedia: Environmental Impact, of Fashion.
6. Véase Cittadellarte Fashion B.E.S.T. - Better Ethical Sustainable Transformation.
7. Véase UNECE, Sustainable Textile Value Chain Platform.
8. Véase A. Appadurai, The right to research, Globalisation, Societies and Education Vol. 4, No. 2, July 2006, pp. 167–177 (link).